Gestión Económico-Financiera de las Universidades

1.     Entre las variables que considero más importantes para la distribución de fondos entre facultades o universidades, destacaría el número de estudiantes, la complejidad y duración de las carreras, y la relación entre alumnos y docentes. En el modelo de pautas presupuestarias del CIN, el número de alumnos se pondera según lo exigente de cada disciplina, se tienen en cuenta las economías de escala y se incentiva el rendimiento académico y la investigación. Para financiar decisiones como rentar docentes ad honorem, nombrar personal no docente o apoyar actividades de extensión, es relevante también incluir variables como la carga horaria, el tipo de materias y la cantidad de cursos, ya que estos factores ajustan la asignación de recursos según la demanda y características específicas de cada carrera.

2.     Las tensiones entre facultades de investigación y profesionalistas, y entre universidades grandes de ciudades y las más chicas del interior parecen inevitables. Esto se debe a las diferencias en tamaño, ubicación y enfoque de cada universidad, lo cual genera distintas necesidades de financiamiento. Las universidades grandes y urbanas suelen concentrar más recursos, estudiantes y proyectos de investigación, mientras que las instituciones del interior buscan apoyo para reducir estas brechas de recursos. Además, las universidades orientadas a la investigación necesitan fondos adicionales para sostener sus proyectos y laboratorios, mientras que las profesionalistas priorizan infraestructura práctica y formación específica. Estas tensiones también se ven afectadas por el sistema de representación en el CIN, donde las universidades grandes no tienen tanta presencia, lo que favorece a instituciones más pequeñas en el reparto de fondos.