Ética de la Función Pública
Juzgando las acciones
Las inscripciones
Una de las facultades de la UBA se encuentra en el último día de inscripción a carreras. En este proceso, los futuros estudiantes deben presentar su documentación personal para formalizar su ingreso. Esteban Treyes, empleado de la oficina de Alumnos, es uno de los encargados de recibir dicha documentación. A lo largo de la jornada, recibe un sinnúmero de jóvenes, corrobora sus documentos y registra el ingreso. Entre ellos, aparece Luana, una joven brasilera que pretende comenzar sus estudios en Argentina. Esteban la recibe, pero Luana tiene varias dificultades para comunicarse: no maneja demasiado bien el castellano. Esteban verifica su documentación, que se encuentra en regla, pero se irrita al no lograr comprenderla del todo. Luego de unos minutos, la despacha diciéndole que le falta un sello. “Te legalizaron mal el título, tendrías que haberlo revisarlo antes de presentarte. Será la próxima vez”. Luana se retira triste y algo confundida. Esteban habla con Micaela, una de sus compañeras de oficina, y le dice: “Estoy harto de estos brazucas que no saben hablar. A esta piba le va a venir bien un cuatri más para aprender español. Le hice un favor”. Micaela se molesta por el comentario de Esteban, pero no dice nada. Su compañero es parte de la comisión interna de la dependencia y suele contar con protecciones especiales.